14 julio 2013

蚊子和蜘蛛 mosquitos y arañas


Todos los que normalmente sois diana de las picaduras de mosquito entendereis de lo que hablo. Del terror al anochecer en pantalones cortos, de la música siniestra de un zzzzummmmbido a las 3 de la mañana, del insoportable picor en el momento más inoportuno y de la felicidad del escozor del afterbite (vaya, me acabo de dar cuenta, afterbite es como el "just for men", pensad en cómo se pronuncia en inglés y cómo es el anuncio de la tele :D).

Bueno, pues malas noticias portadores de dulce sangre, la raza superdesarrollada de mosquitos (蚊子) de Beijing os perseguirá y os perseguirá hasta que sus maravillosas picaduras os hinchen los tobillos al tamaño del muñeco de michelin. Todo esto puede sonar más o menos gracioso pero lo interesante viene ahora. En un momento de dolor-picor espantoso la farmaceutica creativa recomienda una crema para las picaduras (que es placebo porque ni quita el picor ni ná) y OTRA COSA. En el capítulo de hoy de medicinas chinas... las bolicas de flores. Dos sobres diarios durante una semana para en principio ahuyentar a esos bichos del demonio. Pero son un montón, no huelen bien y saben peor. Y de momento no podría decir que funcionan.



Más cosas. Siempre se dice que los chinos comen cosas raras aunque en realidad eso pasa más al sur del país. Y parece ser que lo de comer perro y gato es algo de lo mas normal por alli abajo. Pero entre las atracciones para los turistas de Pekín tenemos una calle llena de puestos con comida extravagante.
Empieza bien. con pinchos de frutas de colores bañadas en caramelo, pinchos de carne, jaozis y baozis...
Pero aqui empieza la fiesta y las dos mejores fotos están al final. También hay pinchos de cucarachas, estrellas de mar, mini y maxi escorpiones y mis amigas las arañas gigantes. Por supuesto que los locales no lo comen, y he de decir que al menos cuando nosotros andábamos por alli nadie estaba comiendo tampoco. Iñigo ha probado las cucarachas, por mucho que nos digan que esas cosas fritas pueden estar buenas, el no habla nada bueno sobre ellas. Bueno en cualquier caso y por seguir con el odio de hoy hacia los bichos, siempre es agradable ver a gigantes arañas fritas en ardiente aceite hasta la muerte. Mi madre seguro que comparte esta opinión.
Y para cerrar hoy, un apunte sobre nuestra tarde de ayer. Llevábamos tiempo con ganas, y por fin aprendimos a jugar al mahjong. Si alguno de vosotros ha jugado con la versión del ordenador, es radicalmente diferente. En Beijing las cartas, pero sobre todo el ajedrez chino y el mahjong son un deporte nacional de la tercera edad. Cuando no llueve sacan sus sillicas y mesicas, y están dale que te pego a las fichitas durante horas. Tanto es así que el sábado volviendo a casa a las 3 am del KTV (freaks) aun había abueletes jugando. Los profesionales del tema juegan a toda leche y ahí es básicamente donde está la dificultad. Las reglas, aunque algo más complejas se parecen a una partida de chinchón. Hay que entrenar para jugar con los vecinos y meterse ya de lleno en las costumbres del hutong.
 
Esto ha sido todo por hoy. Vuelve a llover por si alguien se lo preguntaba así que me pondré otro capitulito de las series chinas que veo para seguir haciendo oreja con el idioma (no son buenas así que es diícil mantener la atención los 40 minutos, pero es con el material que contamos). 

Besotes en el culote (los niños con el culo al aire y sin pañal en el próximo capítulo)